martes, 14 de agosto de 2007

Programa de Gobierno



PROGRAMA DE GOBIERNO 2008-2011
DE LA CANDIDATA JUDITH PINEDO





Cartageneras y Cartageneros:

En buena hora la Constitución colombiana exige a los candidatos la obligación de inscribir un programa de gobierno, el cual para el elegido se convierte en el mandato que los ciudadanos le imponen, y de paso se convierte en un pacto que guía las relaciones entre quien gobierna y quien elige.

Tiene un profundo sabor democrático: establece obligaciones para el gobernante y otorga a los ciudadanos el derecho de exigir su cumplimiento y de castigar su incumplimiento llegando incluso hasta la revocatoria del mandato. Así que éste acto no es el mero cumplimiento de un requisito formal, es el acuerdo básico, la guía de acción de las relaciones alcalde-ciudadanos para los próximos cuatro años.

Las líneas generales de este programa de gobierno no son propuestas unilaterales, son el resultado del trabajo conjunto y permanente con organizaciones sociales, políticas, empresariales y con los ciudadanos del común de esta ciudad, que -frente al desinterés de los sucesivos gobiernos locales por construir un modelo de desarrollo local definido entre todos- hemos sostenido un diálogo propositivo, pluralista, comprometido para identificar las soluciones a los principales problemas que aquejan a nuestra gente.

Mientras la alcaldía renunciaba a su papel natural de liderar ese proceso colectivo, miles de cartageneros nos encontrábamos en los salones comunales, en las oficinas y universidades, en los auditorios empresariales, en los foros de los medios de comunicación para pensar en el interés de todos y no en el negocio de pocos.

Este programa de gobierno es el resultado de ese trabajo. Este documento es la base de un pacto ciudadano que se fue construyendo en Cartagena y que ahora desde la alcaldía tenemos el compromiso de ejecutar.

NUESTRO DESAFÍO

Durante años hemos ido construyendo dos ciudades: una, la que genera admiración por su valor histórico, por su paisaje, por su riqueza cultural, por sus visos modernistas, por la pujanza de su industria, la Cartagena que exhibimos con orgullo, y otra, la que viven la mayoría de cartageneros, la que no ofrece a sus habitantes los servicios básicos, la que crece de manera espontánea y desordenada, la que se inunda con el menor aguacero, la que sobrevive a codazos en Bazurto, en el mototaxismo y en las ventas ambulantes, la que soporta una educación pública ofrecida en escuelas que se caen a pedazos y con deficientes resultados del ICFES, aquella en que la inseguridad es pan de cada día, la que obliga a la población afro de los corregimientos costeros e insulares a abandonar su territorio, la que condena a niños y niñas al turismo sexual y a crecer en condiciones insalubres y sin protección, la que ha despojado a sus líderes de sus derechos a la participación.

Esa es la división que se expresa en comportamientos discriminatorios por el color de la piel o por la condición de mujer, o simplemente por la imposibilidad de acceder a educación de buena calidad o de participar en condiciones dignas en el mercado del trabajo. Esa es la división que levanta muros imaginarios entre nosotros.

Esos son los muros que tenemos que derribar. Esa es la discriminación que tenemos que superar. Esa es la división con la que tenemos que acabar. Ese el desafío que tenemos por delante: trabajar todos POR UNA SOLA CARTAGENA.

NUESTROS COMPROMISOS

El reto que asumo es el de liderar ese proceso de recuperación del poder para el ciudadano común y corriente.

El método que les ofrezco es el de la construcción colectiva a través del diálogo en el que la vida me ha dado la fortuna de participar durante años, con las mujeres cabezas de familia, con los jóvenes, con los líderes sociales, con los dirigentes comunales, con los deportistas, con los industriales, con los pescadores artesanales, con los comerciantes, con los estudiantes, con la comunidad académica, con los vendedores informales, con los funcionarios públicos comprometidos y con los veedores.

El compromiso que asumo, pensando en toda la vida poder mirar a la cara a mi hija, es el de respetar y hacer respetar lo público, el de garantizar que el dinero de todos es sagrado, el de asegurar que los recursos se invierten en el beneficio común.

Los ciudadanos y ciudadanas se comprometen a aportar su esfuerzo, su trabajo, su empeño para ponerlo al servicio del interés general, a cumplir las reglas, a responder con las obligaciones colectivas, familiares y sociales, a exigir el cumplimiento de este pacto.

LOS PROPÓSITOS


Dentro de cuatro años podremos decir que hemos alcanzado el resultado que nos propusimos:

HABREMOS SUPERADO LA POBREZA EXTREMA que sufre el 14% de los cartageneros gracias al desarrollo del PLAN DE EMERGENCIA SOCIAL PEDRO ROMERO que concentrará en ellos la inversión para garantizarles el acceso a servicios básicos como agua potable y alcantarillado y para ofrecerles servicios de educación y salud de alta calidad y equipamiento público –como parques, centros culturales, centros de tecnología- para compensar las desigualdades que se sufren en el ámbito de lo privado, una vivienda digna y la garantía del derecho elemental de vivir sin miedo y sin hambre.

LA EDUCACIÓN SERÁ LA BASE DE NUESTRO MODELO SOCIAL. Las escuelas serán el epicentro de las actividades educativas, culturales, deportivas y comunitarias y se articularán a una moderna red de bibliotecas e instalaciones deportivas.

La educación será el instrumento para superar la pobreza extrema, dotar a las personas de las competencias y capacidades humanas para convivir pacíficamente, estar preparados para el trabajo, ascender socialmente, adoptar los valores democráticos, apreciar y crear valores culturales y cumplir el proyecto individual de vida que conduzca a la felicidad y el desarrollo pleno.

ESTARÁ EN PLENO FUNCIONAMIENTO UN SISTEMA DE SALUD Y ASISTENCIA SOCIAL QUE OFREZCA ATENCIÓN PROFESIONAL, OPORTUNA, EFICIENTE, DE CALIDAD a toda la población pero en especial a niños en edad preescolar, mujeres gestantes y lactantes y nuestros viejos.

Se habrá desarrollado un amplio programa nutricional que mejore las condiciones de vida y garantice el desarrollo individual y social de los sectores menos favorecidos afectados por el flagelo de la pobreza.

La educación, la estructura urbana, la promoción de hábitos de vida saludable y la protección del medio ambiente nos garantizarán que tendremos una población más sana, niños deseados y felices, madres y padres responsables, y jóvenes creativos y solidarios.

TENDREMOS UN CRECIMIENTO ECONÓMICO SOSTENIDO basado en la inversión privada, en el desarrollo de la economía popular, y en las reglas de juego claras.

La industria, el turismo y el sector portuario tendrán una ciudad que ofrece alta calidad de vida, capital humano formado, infraestructura adecuada y seguridad para sus trabajadores y sus inversiones.

Los medianos y pequeños empresarios tendrán el respaldo de la Alcaldía en la búsqueda de mercados nacionales e internacionales, asistencia técnica y empresarial y acceso a capitales o créditos accesibles y pagables.

El sector productivo en general tendrá la certeza de que los trámites en la ciudad se realizan de manera eficiente y honesta con base en reglas claras y procesos estandarizados y sistematizados que facilitarán en vez de obstaculizar el desarrollo de ideas productivas.

CARTAGENA SERÁ UNA CIUDAD ORDENADA, AMABLE, UN ESPACIO PARA EL ENCUENTRO, EL ESCENARIO PARA SER FELICES. La lógica del desarrollo urbano de nuestra ciudad dejará de ser la especulación con el valor de la tierra y la construcción.

La alcaldía habrá puesto en acción todos los instrumentos dispuestos por la legislación colombiana para asumir la dirección y el control del crecimiento de la ciudad, acabar con el surgimiento de barrios informales, sacar de la marginalidad de manera integral a aquellos que han sido fruto del engaño y la necesidad y crear un banco de tierras urbanizadas y dotadas con espacios públicos, equipamiento social y comunitario, e infraestructura vial que permitan desarrollar grandes proyectos de vivienda social.

Cartagena hará respetar los espacios públicos para el disfrute de todos y combatirá su apropiación privada. Esta ciudad, que parece diseñada para soñar, tendrá plazas, parques, andenes ordenados, bien iluminados, aseados, seguros.

CARTAGENA SERÁ PIONERA EN EL DESARROLLO DE UN SISTEMA DE TRANSPORTE MULTIMODAL, que privilegia el transporte colectivo y ambientalmente sostenible.
Transcaribe será el eje estructurante de un sistema integrado del que forman parte, el transporte fluvial y marítimo, y que cuenta con infraestructuras peatonales, para bicicletas y motocicletas.

CARTAGENA CONVERTIRÁ EN PRIORIDAD LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE, trabajando por la recuperación de los caños, la bahía y las ciénagas, conservando el entorno terrestre y acuático, formando y haciendo pedagogía ciudadana y aplicando sanciones a los infractores.

EL GOBIERNO DE LA CIUDAD HABRÁ RECUPERADO LA CONFIANZA DE LOS CIUDADANOS. Los ciudadanos sabrán en que se invierten sus recursos, habrán participado en las decisiones de la ciudad, tendrán la certeza de que los servidores públicos estamos al servicio de todos y no en busca del enriquecimiento personal.

Las instituciones públicas serán eficientes y tendrán el reconocimiento ciudadanos por su honestidad y cercanía con la gente. Los cartageneros tendremos la confianza en la capacidad de la acción colectiva liderada por su gobierno local para resolver los problemas urgentes y para iniciar un proceso de largo plazo POR UNA SOLA CARTAGENA, la que soñamos.

LOS PROGRAMAS Y PROYECTOS

1. Pondremos en marcha una estrategia de combate contra la pobreza, que será inmediata, integral, focalizada la cual estará detallada en el PLAN DE EMERGENCIA SOCIAL PEDRO ROMERO. Este plan se dirigirá a atender a un poco más de cien mil habitantes de nuestra ciudad que se encuentran en situación de extrema pobreza, dentro de ellos hay 50.000 niños que dejan de consumir por lo menos una comida diariamente. Son más de 80.000 personas cuyas familias reciben ingresos mensuales inferiores a la mitad del salario mínimo, que no tienen acceso a los servicios de acueducto y alcantarillado. Son viviendas de cartón, con pisos de arena. Son un compromiso ético del gobierno y los ciudadanos todos de Cartagena.

Nuestras tareas serán:

Ø Garantizar que consumen los alimentos necesarios dando continuidad al programa de lucha contra el hambre, dirigido de manera técnica y eficiente.

Ø Regularizar su situación de vivienda y acceso a servicios públicos básicos mediante el desarrollo de planes de vivienda de interés social, en forma tal que durante el período paguemos esa deuda que tenemos con estos cartageneros. Para el desarrollo de los planes de vivienda la alcaldía, en alianza con el gobierno nacional y organismos internacionales, generará los recursos para crear un banco de tierras urbanizadas y dotadas de servicios que sean construidas por empresas privadas. La financiación provendrá de recursos distritales, subsidios nacionales (50%), aportes internacionales y el 15% del valor total de la vivienda pagado por los beneficiarios por el sistema de pago con trabajo y el valor de la compensación o la compra por el terreno que ocupan.

Ø Incluir a todos estos habitantes en la red de servicios sociales del distrito: los niños en la escuela, para lo cual se les garantizará merienda escolar, transporte para llegar a las escuelas y su vinculación al programa familias en acción del gobierno nacional; los menores en los hogares de bienestar y paulatinamente en los jardines sociales atendidos por profesionales y con infraestructura de alta calidad que se construirán en los nuevos barrios; los ancianos y discapacitados en los programas de asistencia del Distrito.

Ø Crear oportunidades de trabajo para la población en edad y capacidad productiva mediante su vinculación a los propios proyectos de construcción, la vinculación a labores contratadas por el municipio en desarrollo del programa de responsabilidad social en la contratación estatal o el apoyo a pequeños emprendimientos.

2. Desarrollaremos el programa LA ESCUELA ES EL CENTRO con base en el cual todas las actividades barriales e institucionales se desarrollarán a partir de las escuelas y colegios de Cartagena. Será la manera de vincular a los padres al proceso educativo de sus hijos, será el instrumento de la construcción de convivencia en el barrio, será el escenario de las actividades deportivas y culturales, será el medio para resaltar la labor de los maestros, será el lugar donde se adelanten las acciones básicas de prevención en salud, será el sitio de reunión de la comunidad.

Este programa nos permitirá concentrar inversiones de diferentes fuentes para la construcción o el mejoramiento de las sedes educativas de altos estándares de calidad. En vez de programar un pequeño puesto de salud allí, construimos la enfermería del colegio que estará al servicio de la comunidad; en vez de construir un parque de pequeñas especificaciones más allá, construimos, para el servicio de toda la comunidad, las zonas recreativas y deportivas del colegio; en lugar de construir un salón comunal hacemos el auditorio del colegio; los sitios de atención de las entidades del distrito y de las empresas de servicios públicos se construyen en la escuela para que una parte de ellos sean usados como sede administrativas, salones de profesores, etc; en vez de tener centros de informática en otros lugares estarán en los colegios. Compartir costos administrativos, focalizar inversiones, dar plena utilización a la infraestructura y vincular a la comunidad a los procesos educativos nos permitirá crear el ambiente propicio para ofrecer educación de alta calidad.

Trabajaremos con los maestros y las comunidades educativas para que las iniciativas en educación del gobierno distrital apunten a convertir a Cartagena en modelo educativo en el país. Para lograr dicho propósito se necesita que los Proyectos Educativos Institucionales, los planes de estudio y los proyectos de aula se articulen a las necesidades del entorno, propiciando una educación pertinente social y científicamente. El propósito de la calidad trasciende la consecución de buenos resultados en las pruebas SABER e ICFES, y tal calidad se concibe como proceso continuo, asociado con garantizar las condiciones de educabilidad a todos los niños, niñas y jóvenes vinculados al sistema educativo.

De lo que se trata es de conseguir que el modelo educativo sea capaz de crear riqueza para todos, de transformar una sociedad desigual en una sociedad con oportunidades para todos y de generar competencias indispensables para la superación de la pobreza.

3. El programa de VIDA SANA comprenderá la garantía de las condiciones de un desarrollo pleno con base en una nutrición adecuada y hábitos de vida saludables.

El sistema de salud y de asistencia social estará enfocado en la promoción de salud, entendida como el control periódico de los signos de desnutrición de la población objetivo; la garantía del acceso a las actividades de prevención de enfermedades, y los mecanismos que permitan que las personas que padecen algún tipo de enfermedad dispongan de atención médica inmediata a través del régimen subsidiado en salud.

En la administración de la salud, haremos que la información pública no siga siendo privada y que los recursos públicos no se enreden en los vericuetos de una contratación venal y tramposa.

Que los jóvenes efectivamente accedan a los programas de salud sexual y reproductiva; que un enfermo no se muera por falta de jeringa; que termine el déficit de camas hospitalarias; que las coberturas de vacunación sean eficaces, que la mortalidad materna disminuya.

Los recursos de salud pública en salud se gastarán conforme a una detallada programación, con medición técnica y no para pagar favores políticos que mantengan clientelas.

El Dadis garantizará un buen proceso de afiliación al régimen subsidiado y ejercer una férrea vigilancia sobre las ESE, IPS y ARS.

4. EN CARTAGENA ESTAMOS TRANQUILOS será el programa integral de seguridad y convivencia ciudadana que pondremos en marcha, mediante la realización de un conjunto de acciones dirigidas a mejorar la capacidad de prevención y reacción de las autoridades frente a las actividades delictivas, así como a atacar los diversos factores asociados a la violencia.

Tendremos que generar confianza, confianza en la capacidad y disposición de la policía para garantizar el ejercicio de nuestros derechos y brindarnos protección, confianza en los demás, confianza en el entorno. Los habitantes de Cartagena y quienes nos visitan podrán disfrutar la ciudad sin miedo.

Nuestra tarea desde el punto de vista institucional será la de asumir directa y personalmente la condición de Jefe de Policía del Distrito, diseñar un plan integral con base en un diagnóstico apoyado en la información generada por el Cosed, fortalecer la policía metropolitana para que esté mejor dotada y mejor preparada, en términos de cantidad y calidad, para atender los problemas típicos de la inseguridad urbana.


Pero la seguridad no es sólo policía. La seguridad es construir las condiciones para convivir en paz, por lo que:

Ø Tendremos un programa serio y sostenible de cultura ciudadana que permita resolver el divorcio entre ley, moral y cultura, estimulando el cumplimiento de normas de convivencia y la capacidad de que unos ciudadanos lleven a otros al cumplimiento pacífico de las normas.

Ø Recuperaremos la sentada en la puerta de la casa sin los sobresaltos del presente.

Ø Promoveremos el desarme de la ciudadanía.

Ø Adoptaremos medidas para conseguir la autorregulación y regulación interpersonal del consumo de alcohol.

Ø Seremos celosos en la recuperación del espacio público y el alumbrado de las calles.

Ø Redoblaremos el acercamiento de la justicia al ciudadano y se promoverá la justicia comunitaria a través de la extensión de las Casas de Justicia.

5. CARTAGENA PARA SOÑAR será el programa en el que integraremos las acciones que nos permitan tener una ciudad para el encuentro. Será la mezcla de intervenciones urbanas en materia de protección y creación de espacios públicos, de recuperación y conservación de nuestro patrimonio arquitectónico, con la defensa y promoción de nuestra riqueza cultural.

Las intervenciones físicas y nuestra riqueza cultural parten de un punto común: la integralidad de nuestra cartageneidad. Por eso la labor del Instituto de Patrimonio y las obras de infraestructura serán oportunidades de inclusión, herramientas para mejorar las condiciones de convivencia, una apuesta por la calidad de vida, una esperanza.

No se trata entonces sólo de festejar, de construir, de mejorar la infraestructura o las vías, sino de trabajar para que cada acción permita mejorar la calidad de vida de los habitantes, el acceso equitativo a los espacios, a promover la igualdad y la movilidad en los mismos. Desde esta perspectiva ciudadana se reorientarán los diferentes proyectos urbanos integrales en varias zonas de la ciudad.

Las fiestas de independencia serán un gran proyecto de ciudad. Siguiendo el esfuerzo colectivo de cientos de entusiastas artistas, docentes, académicos y gestores culturales, cartageneros y cartageneras bajo el liderazgo del Comité de Fiestas, con su inspirador y motor, el siempre recordado Jorge García Usta, se resignificará el papel del Reinado de la Independencia hasta convertirlo en eje lúdico y cultural de los Festejos del 11 de Noviembre de 1.811, haciendo de las reinas populares conocedoras y promotoras de las claves de la historia, del sentido pedagógico de las fiestas y de la idiosincrasia de sus barrios.

En ese proceso se ha avanzado por la fuerza de un sólido proceso social y consensuado como pocos en esta ciudad, para que la Independencia sea una oportunidad para acercarnos a la historia, a la música popular, a los problemas de los barrios, pero en las horas que son y disfrutando plenamente de las fiestas. Todo ello será reconocido, apoyado, dinamizado desde la alcaldía.

Porque nuestras Festividades son eso: Fiestas que es la manera como en la región caribe conmemoramos las festividades patrias, las religiosas y las cívicas. En el interior del país lo hacen con rezos, nosotros los hacemos con música. Ellos le jalan al despecho, nosotros a la alegría. Ellos a ritmos tristes, nosotros a lo sensual y al regocijo. Ellos aprenden de nuestra irreverencia y nosotros de ellos la mesura.

Asumiremos el reto de involucrar a la población, en especial a niños y jóvenes para que los certámenes culturales, educativos, recreativos que se realizan en la ciudad incluyan a la mayoría de los cartageneros, promuevan la lectura, la reflexión y el pensamiento crítico y autónomo.

También en materia deportiva desde la alcaldía haremos que la ciudad se apropie de nuestros equipos de béisbol y fútbol, de los escenarios de los Juegos Centroamericanos. La meta es integrarnos a los torneos internacionales y hacer del deporte un escenario de sano esparcimiento y de oportunidades para miles de talentosos niños cartageneros que bien orientados pueden también llegar a la Gran Carpa, al fútbol profesional, a los mundiales de patinaje, a los campeonatos mundiales de boxeo.


6. ALCALDÍA DE LA GENTE será el programa que nos permita mediante un amplio proceso construir una visión colectiva de ciudad. Los cartageneros y cartageneras debemos tener claro para donde debemos ir todos. Vamos a darle forma al sueño de todos; una ciudad de oportunidades para todos y todas.


Seremos los líderes de la ciudad para orientar esa visión y trabajaremos por promover nuevos liderazgos más abiertos y comprometidos con la misma. Les tenderemos las manos a todos y todas.


Fortaleceremos las relaciones entre el sector público y privado, para que rememos en la misma dirección, con el respeto por las reglas y las misiones de cada uno. Esa será una de nuestras fortalezas.

Tendremos instituciones públicas distritales fuertes, Alcaldías locales descentralizadas al servicio de la ciudadanía y no de los politiqueros. Se acabarán los dueños de Secretarías y de Institutos que dificultan el acceso a los jóvenes independientes y estudiosos.


El gobierno distrital trabajará por la transformación social y económica de la mano de un profundo replanteamiento de las reglas de juego que permiten la generación de riqueza y bien-estar. En esta iniciativa la reestructuración de la hacienda pública local y de las instituciones y organismos ejecutores de la política pública juegan importante papel.


Reinventaremos la hacienda distrital, promoveremos la transparencia y la rendición de cuentas para que el ciudadano conozca en que se invierten sus impuestos, a fin de promover la confianza ciudadana y despertar el espíritu solidario para así lograr incrementar el recaudo que se pueda traducir en más inversiones para combatir la pobreza extrema.

Las nuevas inversiones sociales nos exigen optimizar los ingresos tributarios. Recientes estudios muestran que más del 40% de las dificultades de incrementar el recaudo de recursos si se elevan las tarifas impositivas de impuesto de industria y comercio y de impuesto predial, las principales fuentes de ingresos tributarios de la ciudad. En este sentido, es necesario reorganizar el esquema impositivo de la ciudad por medio de una reforma que garantice mayor equidad horizontal y vertical, y una mejor eficiencia del sistema tributario local.

El distrito deberá plantear una estructura impositiva integral para atraer grandes empresas, incentivar la creación de pequeñas y medianas empresas, superando la visión instrumental de los incentivos tributarios tradicionales. Esto requiere que la política tributaria obedezca a una visión de ciudad.

El rescate de la confianza de la sociedad hacia el sector público, el establecimiento de reglas de juego, claras, transparentes y de largo plazo y la dotación de una estructura orgánica adecuada para la administración distrital se convertirán en un pilar fundamental que ha de soportar el programa de gobierno. La ciudad necesita asumir la capacidad de pensarse, de planearse, de proyectar el futuro y de satisfacer la profunda deuda social.

La participación ciudadana dejará de ser un discurso y se convertirá en una política de gobierno, desde la planeación, el seguimiento y la evaluación de la gestión gubernamental.